A veces un recuerdo tuyo derrama una lagrima calida por mi ojo, que recorre mi mejilla. Trato de ignorarlos, pero ellos estan ahi o mejor dicho aca, y me persiguen y torturan. Y creo q tiene q ser asi, siempre es asi, de una manera u otra los recuerdos nos alimentan, son necesarios si no, no existirian.
Siento decepcion, que pudo haber llegado hasta el arrepentimiento si el tiempo fluia mas rapido q mi capacidad de razonar.
Con vos a mi lado no podria realizar mis sueños y a ellos no los abandonaria por nada porque gracias a ellos estoy aca parada o mejor dicho sentada escribiendo. Sin los sueños no somos nada, uno es las cosas que sueña, que desea y los sueños nunca se terminan.
domingo, 28 de marzo de 2010
Cronica de un viernes
En la mañana de un día rutinario, me levanté, me preparé las cosas para ir al colegio y partí para la escuela porque tenía doble turno. Al finalizar la clase de francés me esperaba mi novio en el quiosco enfrente de la escuela llamado “El Rojo” o “El Mini” por sus clientes.
Salí de la escuela, crucé la calle y fui directo hacia él para saludarlo, lo hice y después pensamos a donde íbamos a ir a comer y llegamos a la conclusión que era una buena idea ir al bar que estaba en Rioja y Entre Ríos llamado Celestina en donde ya habíamos ido a almorzar y la comida nos había gustado, era abundante y barata.
Mientras caminábamos para poder alimentarnos se podía observar a toda clase de personas. La mayoría de ellas estaba acalorada, pegoteada y ya sin ganas de nada. El trafico era el típico del mediodía rosarino, la llamada hora pico es lo peor que hay, los conductores están desesperados por llegar a su hogar no respetan ni una regla y eso que la prioridad la tiene el peatón.
Después de las 3 largas cuadras llegamos a Celestina. Se puede decir q el sitio es agradable, armonioso y fresco. No había mucha gente, algunas estaban solas y otras acompañadas.
Nos sentamos en una mesa cerca del baño y una puerta para salir que da a calle E. Ríos.
Vino la moza a traernos las cartas y se fue. Decidimos lo que íbamos a tomar y a comer y volvió la moza, le dijimos el pedido, se fue por unos minutos y volvió con la bebida. Veinte minutos después regreso con dos lomos uno especial y otro común para mí. Los sándwiches estaban deliciosos y como era tan grande la porción no puede acabar las papas fritas. Cuando terminamos de comer llamamos a la moza, le pagamos y nos fuimos para el Normal que yo tenia q volver a clase. Legamos a la puerta de la escuela nos besamos, entre a clases y el siguió camino hacia su casa.
Tuve un día de curso normal, no falto ninguna profesora.
Salimos de la escuela, cruzamos enfrente al Rojo con algunos de los chicos del aula. Camila, compañera de la escuela y amiga, me pregunto si la acompañaba a comprarse una bolita de un aro y mi respuesta fue positiva.
Parecía q se avecinaba una tormenta así que tratamos de apurarnos. En el trayecto pasamos por una galería con distintos tipos de locales, entre ellos se encontraba uno con ropa y accesorios rockabilly; otro con muñequitos de colección, variados póster, remeras con varios estampados, llaveros, todo con motivos de series, comics y música e iconos de los años 50, 60, 70; además había un negocio con todas cosas de central y también uno de tatuajes.
Pasamos por otra galería, cruzamos la calle y entramos a la galería en donde Camila tenía q comprar su bolita. El local es de los peruanos, de esos que venden muy barato. Mientras Camila compraba yo averigüé por unos collares que no salían caros. Termino de comprar y cada una se fue a su respectiva parada de colectivo, ella Sarmiento y Rioja línea 122 y yo Córdoba y Mitre línea 141.
Me tome el colectivo, llegue a mi casa deje las cosas y me fui a la casa de mi abuela.
Regrese a mi casa me bañe y fui al VOODOO LIVE, un recital en MC Namara situado Tucumán y San Martín. Me encontré con las chicas en la puerta del bar, nos saludamos y fuimos a comprar cigarrillos. Volvimos al lugar y entramos al recital. El bar no es muy grande cuando ingresas podes ver a tu izquierda el escenario, en la esquina el baño, a tu derecha la barra y enfrente el living con sillones muy cómodos color blanco con mesitas haciendo juego.
La gente que estaba en el lugar estaba muy producida, lockeada a la ocasión, había muchos jopos, lunares, tatuajes y vestiditos. La música buenísima la combinación de esas dos guitarras con la batería fue una explosión los chicos q estaban ahí arriba sabían lo que hacían. Los integrantes de las bandas también estaban vestidos acorde al estilo de música que tocaban.
Esa noche tocaron tres bandas, una mejor q la otra. La primera era estilo surf con mucha guitarra llamada Los Melted. Después Thes Siniestros, segunda banda con una mezcla de punk con rockabilly y un poco de surf. Y por último The Broken Toys, la banda que seguimos a todos lados con las chicas con música para bailar como en los años 60 y divertirse hasta el agotamiento.
Cuando los chicos de la banda terminaron su show me tomé un taxi y me fui a dormir a mi casa.
martes, 16 de marzo de 2010
Este adiós no maquilla un hasta luego,
este nunca no esconde un ojala,
estas cenizas no juegan con fuego,
este ciego no mira para atrás.
Este notario firma lo que escribo,
esta letra no la protestaré,
ahórrate el acuse de recibo,
estas vísperas son las de después.
A este ruido tan huérfano de padre
no voy a permitirle que taladre
un corazón podrido de latir.
Este pez ya no muere por
tu boca esta loca se va con otro loco,
estos ojos no lloran más por ti.
martes, 2 de marzo de 2010

Porque entre el lunes y el martes,
me sobra tiempo... para necesitarte.
Porque me miento si digo,
que tu mirada... no fue mi mejor testigo.
Porque aunque ya no me duelas,
a veces busco tu nombre en mi chistera.
Porque aún no vino el olvido,
para llevarse el último de tus abrigos.
Por los besos que aún nos quedan en la boca,
por los miles de homenajes que nos dimos,
por nadar y no guardar nunca la ropa,
por los dedos juguetones del destino...
Porque fuimos lo que fuimos,
porque fuimos lo que fuimos...
Porque puesto a confesarte,
aún le tengo miedo a tenerte delante.
Porque en cuanto me descuido,
me atropella algún recuerdo en el pasillo.
Porque no puedo negarte, que te quise sin querer
y más que a nadie...
Porque mi doctor previno,
que para este corazón estás prohibido...
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